Te siento en mis dedos, cruel memoria
En blanco y negro, empero, exacta realidad
Viajo al frente, desde muy lejano en mi hogar
Tus victorias silbantes, pírricas batallas de ayer
Tus derrotas sangrientas, retumbante silencio del caído
Soy uno más allá de las armas, un pasajero de ultramar
Soy el que espera el futuro mirando al pasado
Soy un punto cromático, navegando en tu silencio.
Soy el particular de botas relucientes, mi estimada.
Soy tu hijo, y con mi voz me uno al grito sonoro
De millones de almas jóvenes que te anhelan
Un vago recuerdo del invierno
Y otro panfleto en las manos manchadas
Hay sonidos en la distancia que causan temor
Pero la voluntad entonces suprime la fuerza del mal
Vago recuerdo níveo, y otros mil cuerpos a la tierra.
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