viernes, 22 de septiembre de 2017

Vientos de un nuevo ser.



Ahí, donde mis sueños son inocentes,
Ya no queda nadie para recordar.
No hay más lunes ni soles,
Y la mente empieza a fallar.
Ahí, donde dejaron huellas los próceres,
El descuido verdea su olvido.
Olvido de juegos y noches de estrellas.
Olvido de fogatas y cumpleaños.
Allá, a lo lejos veo apenas,
Los vestigios,
De un país que ya no quiero recordar.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Recuerdo con humo y palabras.

Noche, y aún no sabemos encontrarnos tú y yo.
Si busco más allá, creo ver algo en los límites, un fantasma de ti.
Pero te escondes en la oscuridad, silente, como esperando...
No hay sonidos ni luces, apenas muevo el viento con palabras.
Y así te hablo, a lo que queda de ti, pero tú callas y me miras.
¿Estás realmente aquí o estoy completamente solo y demente?
O quizás estoy solo y tú dentro de mí, perdida en la distancia.
En el cigarrillo y las calles húmedas, las llamadas nocturnas...
En las sirenas y los recuerdos de la ciudad, los perros y el trago...
Hay un rumor que se cuela por la ventana, indescifrable y vago.
Rumor, como la ola, te mueves por el aire, te escurres de mi mente.

Por cierto...

Comenzaré diciendo lo obvio.
Te amo, hoy y siempre te amo.
Por eso mereces mis palabras.
Un centenar de letras nada más.
Lo repito, te amo, recuerdo.
¿Lo sientes tú? Ha pasado mucho.
Lo cierto es que no me importa.
Te amo en cada lluvia cruenta
Te amo en todos mis respiros
Y no comprendo admitir esto
Que de viento pasaste a tifón
Yo me río, amor entrópico.
Del desastre que dejas al irte
Te amo en las devastaciones
Te amo hasta en el olvido.
Escribo de amor sin buscarlo
Pues no es eso lo que deseo.
Lo que quiero es que sientas esto
Porque no busco enajenarte
Ni traerte con bellas palabras
No pretendo que vuelvas con versos.
No, no quiero ni busco tu amor.
Quiero que sientas la brutalidad
Mis palabras, entrando a tu ser.
Te amo cuando cierras los ojos
Y te amo cuando me exhalas.
Te amo como las bocanadas
Y te amo como yo te amo
¿Acaso no me hago entender?
Entiende que te amo, te dije.
Abriste los ojos sin mensura
El resto, no lo recuerdo mucho.
Pero la constante se mantiene
Diez, cien, mil años después, te amo.
:@(;73/@

lunes, 7 de agosto de 2017

Vago recuerdo del invierno.

Te siento en mis dedos, cruel memoria
En blanco y negro, empero, exacta realidad
Viajo al frente, desde muy lejano en mi hogar
Tus victorias silbantes, pírricas batallas de ayer
Tus derrotas sangrientas, retumbante silencio del caído
Soy uno más allá de las armas, un pasajero de ultramar

Soy el que espera el futuro mirando al pasado
Soy un punto cromático, navegando en tu silencio.
Soy el particular de botas relucientes, mi estimada.
Soy tu hijo, y con mi voz me uno al grito sonoro
De millones de almas jóvenes que te anhelan

Un vago recuerdo del invierno
Y otro panfleto en las manos manchadas
Hay sonidos en la distancia que causan temor
Pero la voluntad entonces suprime la fuerza del mal
Vago recuerdo níveo, y otros mil cuerpos a la tierra.

jueves, 20 de julio de 2017

Aquellos viajes de enero.

De repente, el minuto se vuelve sudor,
Las ventanas se empañan y tiemblan,
Entonces, aquí adentro todo es rojo,
Nosotros, el cigarrillo y la almohada en el suelo.
Date la vuelta y mira, que el tiempo sigue ardiendo,
Mientras afuera, la lluvia cae sin prisa.
Uno, dos, y entonces saltamos al cinco.
Estamos bien cuando corremos, sin correr en serio,
En la habitación, en vos, y todo se quema.
La pulsión húmeda, las mordidas, todo tiene ese sabor.
Miras sin mirarme, mientras juego a esconderme en ti.
La  madera chilla y tus ojos se iluminan como cirios.
Estamos juntos bajo el velo, acoplados, siendo más uno que dos y más que uno y así vamos...
Vibran tus cielos pues, desde el fondo, infinito,
Y sueltas placer para mojarme con tu lluvia bajo el techo.
Te vas a otros lados, siempre mía, fugaz y con premura.
Cuando el sol salga y sea un nuevo día, algún día...
Sentirá envidia y se irá a otra ventana,
Pues ya no necesitaré su calor nunca más.

miércoles, 28 de junio de 2017

Almost Blue.

Vamos despacio, que no hay apuro.
Todavía queda tiempo,
y las paredes están calientes.
Hay tres puchos y un poco de café.
Dale, que afuera llueve...
Pero aquí adentro se está tan bien, ¿No?
No importa, mejor sentate y disfrutá.
Que la noche es joven, impetuosa como vos.
Yo la emulo tras la cortina, ¿Sabes?
Ahí viene el piano y la trompeta.
Tranquila, que la puerta está abierta.
Que no solo nos acompañen por fuera.
Deja que se te metan en el alma también.

miércoles, 7 de junio de 2017

Se está volviendo un hábito, una constante repetición.
Un canal, otro canal...
Sí, incluso lo estoy disfrutando.
Saco cerilla y abro ventanas...
Que cada noche.
Un cigarrillo, dos cigarrillos...
Saques lo peor de mí.

Tal hora bajo la luna.
Una estrella, dos estrellas...
¿Importa el tiempo cuando todos duermen?
Quién diría que de nuevo estaría enfermo;
Enfermo de Rayuela y canciones de amor.
Enfermo de Baudelaire y nostalgia pueril.
Quién diría que me fui de bruces contra ti.
Que la vigilia tiene nombre.
Y quién ignoraría que lo ignoras,
Si es evidente a todas luces,
Que ya no hay escasez,
No, ahora hay sobrecarga de ti.
Seis cigarrillos, siete cigarrillos.
Y aquí viene el sol...

domingo, 4 de junio de 2017

Limerente.

Te vi sin querer,
y te vi a retazos...
Ahora comprendo
Que me tengo que ir.
Pues nadie merece
Contemplar un ángel.
Ver la perfección en lontananza,
Inalcanzable, infinita.
Me voy, sirena,
Pues mientras más me quedo,
Más tiempo me dueles.

Confesiones.

Hablemos del pasado, ¿Quieres? Y sé que hablaré sólo yo esta vez; no porque quiero ni mucho menos porque me lo pidas.
No, hoy hablo yo porque me has dejado sin remedio, ¿Sabes lo macabro y placentero que es disfrutarlo? En fin, hablemos de los buenos días.
De cuando dormía y respiraba aire limpio.
De cuando no tragaba humo a diario y no cantaba embriagado.
Te hablo de esto porque ya en esos tiempos eras un recuerdo, una reminiscencia.
No espero que entiendas, pues la verdad es que no quiero que lo hagas.
Sólo te digo que te vi llegar hace años; una y otra vez, y siempre, siempre, ¿Puedo seguir? Siempre te veo partir.
¿Ves? No te miento en algo: me dejaste jodido y con ganas de fumar, me dejaste con marañas de versos y prosas que te destilan, me dejaste seco y con gustos de mierda, puedo seguir toda la madrugada, ¿Quieres que lo haga?
La verdad no te entiendo, ni me entiendo a mí.
La verdad es que siempre tengo sueño, pero nunca duermo.
Y la verdad es que después de cada intermitencia, cada condenado viaje que haces.
La verdad es que me destruyes.
Y la verdad es que me encanta que lo hagas.

La descendencia y los lunares.

¿Qué podría decir?
Si ya lo sabes todo, Aurora,
pues no importa cuantas veces
Te bese.
Te rechace.
Te acaricie,
y te lastime.
No importa, porque con cada muerte te levantas,
Más fuerte.
Más perfecta.
Y la verdad es que te amo.
Y la verdad es que te odio.
Ya ves, que me siento demente,
Con tus rostros,
y tus sonrisas.
Tus innumerables pieles,
¿Cómo eran? No importa.
Una a una las borro
Las olvido.
Me desintoxico de ti.
Y con ello se vence el hospedaje
De todos tus cuerpos en mi ser.
Hoy caminas y eres parlanchina,
eres nívea, eres suspiro.
Pero bien sé que no es eterna tu piel.
Que no es real tu sonrisa,
Ni tu mirada.
Pues lo único puro y verdadero,
Es tu nombre.
Aurora, la mujer de mil voces, nombres y amores.

lunes, 15 de mayo de 2017

Sorbo de ti.

Le doy un sorbo a mi cerveza.
qué noche tan callada, ¿No?
pero la música retumba
y reverbera en tus poros.
Sí, hoy la luz del foco choca
y hace sombras con tu piel.
¿Puedes acercarte?
Ven, que quiero empaparme de ti.
Perfume, sudor,  ¿A qué te suena?
Bien, ven y llévame esta noche
al centro de tu ser.
Antes, un último sorbo.
Espérame.

  

domingo, 30 de abril de 2017

Elegía y Mr. Jones

Cualquier pensamiento resulta inefable,
Cualquier oración me queda corta, pues...
Plantado, tras la línea amarilla estoy,
Y veo silente, el tren partir sin previo aviso;
Se lleva esta vez, para nuestra desgracia
a aquellos dos hermanos, compadres y amigos.
Se van de prisa, mucho antes de lo estimado,
Dejando retazos, pertenencias con olor de viejas vidas.
Y noto el engaño en el que he caído
Me observo, yo mismo, bajo mi verdad...
Siempre cegadora, siempre hiriente,
Empero, sin querer rebatirla más
en aquella estación de despedidas.
Después de casi una década, soy un niño;
So estúpido, irascible, tan inmaduro me siento...
Cambiando sentimientos por recuerdos
Cambiando rencores por nostalgias
En fin, haciendo memoria
De futuros momentos en días pasados.
Cigarrillos compartidos, bocanadas nocturnas.
Y Mr. Jones en la radio, que ya nadie sabrá apreciar,
salvo mi persona, que escucha otra voz cantar ahora.

domingo, 26 de marzo de 2017

Muchas gracias por el viaje, Aurora.

Han pasado años, Aurora, desde que no te escribo, y es que no fue sólo el golpe de la vida adulta y sus quehaceres -El cual supongo, también te llegó de bruces- sino mi inseguridad de otrora, mi actitud rebelde, mis ganas de sentirme uno entre muchos, en fin, era todo eso que nos acompañaba durante nuestros erráticos años de adolescentes, lo que ofuscaba mi vista y no me dejaba ver hacia dónde íbamos o, mejor dicho, hacia dónde iba sin ti.

He llegado a pensar que buscábamos el sentido de las cosas, ¿Sabes? Hoy me di cuenta de algo y debo admitir que, a pesar de tener como finalidad con esto el poder verte una vez más, no es la razón principal de mi carta o por lo menos, del valor que tomo para escribirte, pero no es algo que te vaya a decir hasta el final, Aurora, pues en mi sueño egoista de poder respirarte aunque sea por lo menos un segundo, te quiero mantener frente a mis letras; quiero que sientas en cada palabra lo que yo estoy sintiendo ahora. 

Como sabrás, todo comenzó en aquella jaula, ¿La recuerdas? Solíamos pasar horas ahí, entre cuatro paredes: tú creciendo y yo buscándote. Cinco años más tarde, no puedo siquiera imaginar un horror diferente, pues bien sabes que nunca fui una persona de pensamientos ni matemáticas, sin embargo, entre aquellos oleajes tremulosos y que anunciaban la tempestad de nuestro viaje y mi naufragio, pude darme cuenta de algo: la trayectoria de mi vida había alcanzado un fin, y este, mi querida Aurora, no podría haber sido otro que el estar a tu lado...

Es curioso, ¿No te parece? Que de un detalle tan sublime, como semilla lanzada al cielo, yo, viajante de caminos perdidos, haya caido de lleno en tus tierras, para nuestros pesares, aquella semilla que fui no germinó de la mejor forma, pues terminé siendo la raiz de todos los males. 

Tú... ¿Lo llegaste a sentir así? ¿O es mi reflexión, desdeñosa a mis sentimientos, la que me hace caer en picada esta noche?

En aquel tiempo sórdido en el que te perdí, encontre algo brillante en mi interior; para mi propia sorpresa, esa gran virtud no escapaba de consecuencias y en mi afán de descubrir quién era, terminé cayendo velozmente a través del agujero del conejo. resulta que para encontrarme, debía pasar por el peor infierno, ¿Sabes cuál es? Mi añorada, no es otro sino en el cual pretendía congelarte en el pasado: el propio. 

Verás pues, que aquella luz interior era como un torbellino que tragaba todo a su paso, ¿Sabes cuál es la parte curiosa? Sólo consumía lo que tú podrías considerar bueno, y así es como en una noche lluviosa, en la cual recorría las calles mal olientes del centro de la ciudad, empecé mi lento pero seguro ascenso a la luz.

Hacia ti. 

Como en aquella historia que tanto te gustaba, un día durante mi viaje, pise un escalón, una especie de interruptor en mí interior. Al otro día desperté y mi alma se había tornado irascible, vigoroza, capaz de cambiarlo todo... 

Entre tantos viajes y 100 años de soledad, descubrí un ignoto gusto hacia las letras, ¿No es curioso? En nuestros tiempos, tu solías ser la palabra y yo, ávido de ti, intentaba descifrarte letra por letra. Te alegrará saber que ahora la retórica es mi mejor arma y, a pesar de no ser como esos autores que te transportaban a otros mundos, puedo hacerte viajar sobre este puente de madera podrida. 

Buscaba sin saberlo, el sentido en ti. 

Estoy feliz por este viaje que me regalaste a mi propio ser, Aurora.

miércoles, 22 de marzo de 2017

El viento y la mar.

Los vientos, con un suspiro te mueven, a ti, conocida por ser tempestad.
¿Y qué es lo que te motiva en realidad? Si un susurro en la orilla te lanza a las profundidades.
Vas y vienes, luego vienes y te vas, siempre salpicando nuestras almas con tus lágrimas de sal...
pero... ¿Hasta donde nos quieres llevar? A tus amantes, que das calma y furia y luego...
Luego con suspiros tristes en la orilla, nos besas y te vas.

martes, 21 de marzo de 2017

Azul...

Llegó a mi vera, con su baile de pétalos en la tempestad.
Azul, vienes y en tu arrullo muero.
Las huellas en la arena,
Desaparecen con tu llegada.
Y vas, con tu silente paso,
De vuelta a tu guarida
Lejos, en lo desconocido,
A esperar el viento de otrora
Por los cuales volvías,
E inundabas mis vacíos. 

lunes, 20 de marzo de 2017

Con respecto al amor y el cambio de actitud en el sujeto.

Es una voz que corre entre el vulgo, la que va diciendo que sus amigos cambiaron por amor.
Alguien debería decirle a esa voz que se equivoca, pues nadie cambia por amor. La persona promedio se adapta a su entorno por miedo de sentirse perdida, sola, abandonada, etc...
Por lo general se recurre a uno o un grupo de amigos.
Cuando otro/a llega a su vida y le da la estabilidad emocional o 'amor' que hasta el momento tú o ustedes le daban, esa persona no cambia, sino que muestra su verdadero rostro, pues ya no tiene miedo de perderlos, la necesidad de soporte es desplazada y el resto del mundo pasa a segundo plano.

domingo, 19 de marzo de 2017

Reflexiones I

En la noche, el hombre vuela en su mente...
Ya sea sobre la trivialidad de un amor joven o los problemas cotidianos, es una condición que cualquier ser verdaderamente inmerso en si mismo ha sentido.
¿Por qué? ¿Es que acaso la cotidianidad no da tiempo al pensamiento? ¿O es que la capacidad como tal se ha perdido por falta de ejercicio? ¿La gente ya no piensa por verse saturado por sus ocupaciones?
¿O es que el hombre ya no piensa durante el día y se limita a reflexionar desde la oscuridad por miedo a la luz de la realidad?

lunes, 13 de febrero de 2017

Vida.

Las luces van fugaces.
como luciérnagas, pasan a mi vera.
El cielo está oscuro,
y la noche, siempre impasible,
me muestra destellos amarillos,
Tan falsos, tan artificiales...
Siempre ignorantes.
Se pierden,
Y mueren,
Luego, sólo la estela veo
De aquel molino viejo
Lacerado, triste y agotado...
Pero vas y sonríes, silencio
Pues la luz renace
Ahí donde no la alcanzas.
Se transforma
Y del polvo, de la tierra.
Crece una nueva vida.